Es hora de apagar las luces
y encender los sueños.
Momento de cerrar los ojos
como si nada estuviese pasando.
Sobre la almohada,
reposo pensamientos
cansados de volar.
Rezo un padre nuestro
y digo buenas noches,
sabiendo que mañana será un nuevo día.
Devuelvo mi cuerpo a quien le pertenece.
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